Investigadores de la UNSa aplicarán una técnica para controlar al mosquito vector del dengue

Mediante un trabajo de colaboración entre el CONICET y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Salta será pionera en la región del Norte Grande en la instrumentación de la “Técnica del Insecto Estéril”.

Como parte de los esfuerzos para combatir al dengue, investigadores locales del CONICET UNSa, en colaboración con sus pares de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) trabajan en un proyecto para aplicar en Salta la “Técnica del Insecto Estéril”, como método de control de la población de mosquitos aedes aegypti, que es el vector de la enfermedad.

Para conocer detalles del proyecto, el Senado convocó este jueves al biólogo José Gil, investigador del Conicet UNSa y vía online a Mariana Malter Terrada, investigadora del centro Ezeiza de CNEA.

“Hoy vine para contar un poco de qué se trata el proyecto que se denomina técnica del insecto estéril el cual implica la irradiación de los mosquitos machos que luego son liberados ya estériles”, explicitó el investigador de la UNSa.

Explicó que esta técnica no implica fumigación de ningún tipo, puesto que lo que se hace es la esterilización de los mosquitos en la Comisión Nacional de energía atómica mediante irradiación.

El Investigador Gil indicó que el proyecto de colaboración con CNEA surgió hace un año basado en el trabajo de campo que venía haciendo la delegación local de Conicet en los departamentos de Orán y San Martín, habiendo conseguido financiamiento de la fundación Balseiro: “Venimos trabajando en los departamentos de Orán, San Martín y Rivadavia. Nos convocaron para poder colaborar con ellos y tratar de implementar esta técnica acá en Salta capital, que ellos la vienen trabajando en Ezeiza y posiblemente se va a iniciar también en Misiones”.

Leé más sobre sus investigaciones en https://www.unsa.edu.ar/index.php/2024/06/10/investigaciones-de-la-unsa-dengue-y-los-modelos-computacionales-y-biologicos/

 Respecto a la técnica empleada y el método utilizado Gil detalló que en un primero momento se realiza un monitoreo: “una línea de base donde se juntan los mosquitos porque tienen que ser mosquitos locales para no introducir variabilidad genética externa, entonces esos mosquitos se los juntan, se hace un monitoreo para saber qué abundancia de mosquito hay, qué cantidad, para poder comparar después en el experimento y se envía estos mosquitos para que se haga la irradiación. Después de un año de seguimiento del mosquito se empieza con la intervención de liberación”.

En ese punto los mosquitos machos esterilizados, que no pican, compiten con sus pares para aparearse con hembras silvestres y como resultado, éstas ponen huevos que no producen nuevas generaciones, con lo cual se va disminuyendo la población de vectores.

Gil explicó que el proyecto tiene dos etapas, siendo la primera de captura de mosquitos en dos barrios seleccionados y la segunda, a implementarse en un año; la de liberación de los mosquitos estériles, siendo a la vez todo el proceso un plan piloto con vistas a su extensión a otras regiones de la provincia en base a la evidencia a obtener.

Indicó que la técnica de radiación está aprobada por la OMS y al no tener patente es accesible económicamente, frente a otras técnicas biológicas patentadas.

También aclaró que, a diferencia de otra investigación presentada en Mendoza, el mosquito irradiado y esterilizado no tiene un color en particular.

Exposición en el Senado

Del plenario, encabezado por el vicepresidente primero del cuerpo, Mashur Lapad, participaron los senadores, Gustavo Carrizo, Jorge Soto, Javier Mónico, Leonor Minetti, Alejandra Navarro, Carlos López, Manuel Pailler, Leopoldo Salva, Diego Cari, Enrique Cornejo, Esteban D’Andrea, Dani Nolasco, Sonia Magno, Héctor Calabró, Walter Cruz y Juan Cruz Curá.

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