Proyectos de investigación del INENCO facilitan el acceso al agua en el Chaco salteño
Se trata de dos proyectos de investigación ejecutados por profesionales pertenecientes al Instituto de Investigaciones en Energía No Convencional (INENCO), que tiene una doble dependencia entre la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Ambas iniciativas se llevan adelante entre investigadoras e investigadores del Instituto, y organizaciones locales para la mejora en el acceso al agua en favor de comunidades indígenas y campesinas en el departamento de Rivadavia, perteneciente a la zona del Chaco salteño.
El primer proyecto se denominó “Hacia una gestión integral, colaborativa y sostenible del agua en el Chaco salteño: fortaleciendo procesos territoriales para el buen vivir de la comunidad”, en el marco del programa Ciencia y Tecnología contra el Hambre. El segundo, que está en ejecución, se nombró “Agua fuente de vida. Acceso al agua y fortalecimiento local en comunidades originarias y criollas del Chaco salteño”, inserto dentro de la línea PROCODAS – PROYECTOS ESPECIALES DE INNOVACIÓN SOCIAL – CONICET.
La Dra. Emilce López, investigadora asistente del INENCO, dialogó con el Newsletter de la UNSa, y contó que el objetivo general del primer proyecto se enfocó en desarrollar colaborativamente herramientas de gestión territorial vinculadas al acceso al agua, que posibiliten un trabajo integral, articulado, participativo y sostenible para la definición, implementación y monitoreo de acciones y políticas públicas inclusivas en el Chaco salteño. Mientras que el proyecto actual busca aportar en el diseño, gestión e implementación de mejoras de acceso al agua segura en comunidades originarias y campesinas del Chaco Salteño, a través de un trabajo interactoral colaborativo sustentado en el diálogo de saberes para la co-construcción de respuestas tecnológicas factibles, eficientes y adecuadas a la realidad local.
El primer proyecto, que inició en octubre de 2021, y finalizó en diciembre de 2023, posibilitó fortalecer los espacios de diálogo existentes en la zona del Chaco salteño, y de alguna manera, “hacer como una primera etapa de diagnóstico del acceso al agua en toda la zona del Chaco salteño”. Las conclusiones finales derivaron en la posibilidad de hacer obras directamente. La particularidad de esta iniciativa fue el trabajo sostenido junto a la Mesa local de Agua de Rivadavia Banda Norte, lo que permitió luego formular otro proyecto para acceder a un financiamiento específico para hacer obras de agua.
Actualmente en la zona están en obra, porque la idea del segundo proyecto es hacer dos pozos de agua, uno para una comunidad originaria y uno para un puesto campesino. Después completar una obra de distribución de agua también para una comunidad originaria que está en las inmediaciones de Pluma de Pato. “Se están gestionando los materiales, y la forma de terminar esa obra para que cada una de las casas tenga el agua en su casa, y en el puesto campesino se logre una limpieza de represa”, expresó.
El proyecto de obras tiene una duración de un año, y que se vincula estrictamente a este 2024, sin embargo, desde el equipo de coordinación se pedirá una prórroga hasta marzo del próximo año.
Por una acción articulada en los territorios
La representante de la Asociación Civil TEPEYAC y de la Mesa del Agua Local de Rivadavia Banda Norte, Silvia Eugenia Molina, dialogó con el Newsletter de la UNSa, y recordó que desde el 2017 se inició un primer contacto con el INENCO, gracias a que su hijo Agustín, estudiante en ese momento de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, la invitó a una charla que daba el Instituto sobre un diagnóstico que habían hecho en el Chaco Salteño sobre tema del agua. Tras asistir a la charla, Molina dijo que invitaron al grupo PEyGeT organizador de este taller a la localidad de Morillo, del departamento Rivadavia. “Los invitamos a venir a Morillo porque decíamos que habían hecho un trabajo hermoso y qué era importante que la gente del lugar, del terreno, conozca ese diagnóstico y porque de algún modo dar información, incorporar conocimiento te empodera”, expresó.
Representantes del Instituto se hicieron presentes en junio de 2017, y desde la zona aprovecharon para invitar a autoridades municipales, comunidades indígenas, organizaciones civiles, organismos provinciales, como la Secretaría de Asuntos Indígenas; y organismos nacionales, como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Del encuentro surgió la propuesta de constituir una mesa de agua en la zona para abordar el problema de agua desde el mismo territorio y con los pobladores acompañando en cada acción. Así se conformó la Mesa del Agua Local de Rivadavia Banda Norte, dónde también participa el INENCO. “Fueron pasando los años, nos seguimos reuniendo, y vimos la necesidad, en la medida en que (la Mesa) iba creciendo, la importancia de abordar la problemática del agua: es clave para el tema de salud, para el tema de educación, para el tema ambiental, para todo y es realmente un desafío en el Chaco cómo abordarlo, desde distintas técnicas y propuestas”, remarcó.
Además de distintas acciones que se fueron implementando en la zona, se elaboraron los dos últimos proyectos junto al INENCO, con el propósito de fortalecer la Mesa de Agua y dar lugar a realización de obras, “como una forma de mostrar la posibilidad de desarrollo tanto de pozos de agua como represas y extensión de redes domiciliarias”, explicó.
Las iniciativas fueron aprobadas, y, a diferencia de otras propuestas investigativas, Molina dijo que en este caso se trataba de proyectos “que exigían que estuviéramos muy presentes” desde las comunidades y organizaciones, además de las y los investigadores de la Universidad y el CONICET. “Con este proyecto que se nos ha permitido efectuar obras, porque hasta el momento lo que se venía haciendo era relevar necesidades, hacer un mapeo, escuchar y ver qué soluciones se podían gestionar”, aclaró.
Ambos proyectos fueron recibidos con gran entusiasmo por las comunidades, ya que representó la primera vez que pueden implementar de manera conjunta soluciones tangibles a sus necesidades de agua, dado que se busca no solo atender las necesidades inmediatas, sino también fortalecer la gestión de la mesa de agua para abordar desafíos futuros.
Por un trabajo continuo de la ciencia y la investigación
López contó que desde el INENCO están continuamente en la búsqueda de otros financiamientos. No obstante, en la mayoría de los lugares donde se quiere trabajar “siempre empezamos con la necesidad más grande, que es el acceso al agua y después se van surgiendo otras demandas, como mejoras agroecológicas o en el manejo del ganado, y bueno, vamos abordando así distintas problemáticas que van surgiendo”. Particularmente el equipo tiene un proyecto adjudicado de la convocatoria Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT), de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (AGENCIA I+D+i), a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT). Sin embargo, están a la espera de las resoluciones para empezar a ejecutarlo. No obstante, la demora se extiende ante la falta de nombramientos de los directivos en la AGENCIA I+D+i. “No sabemos bien cómo se seguirá en esa línea”, lamentó López.
Este proyecto adjudicado era un proyecto marco del Grupo Planificación Energética y Gestión Territorial del Instituto, donde se posibilita continuar con el trabajo en la zona de los Cerros de Salta, en la comunidad Kondorwaira de Potrero de Castilla, del departamento la Caldera, en Cerro Negro del Tirao – Rosario de Lerma, y en la comunidad Puesto Grande El Toro, en la Quebrada del Toro. “Vamos abordando así distintas problemáticas que van surgiendo. Entonces, el proyecto del PICT, apunta a la gestión territorial, siempre respetando la cultura, los saberes ancestrales y construyendo con la gente del lugar”, manifestó la investigadora.
En ese sentido, consideró que el rol de la Universidad y de cada uno de los investigadores es muy importante porque “ayudamos a que el Estado pueda llegar a estos lugares que muchas veces no son tan accesibles en cuanto a caminos, a comunicación y todo. Muchas veces son invisibilizados”, alertó. Por lo que destacó la posibilidad de ser el “nexo” entre el Estado y las comunidades “que siempre quedan como en un segundo plano”.
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