Gabriel Rabinovich, recorridos y encrucijadas

Por Marta Toscano. 

El jueves 5 de septiembre, las principales autoridades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), hicieron entrega del título de Doctor Honoris Causa al Dr. Gabriel Adrián Rabinovich. El acto estuvo encabezado por el Vicerrector CPN Nicolás Innamorato, y el Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Lic. Carlos Portal; y se dio en cumplimiento de la Resolución del Consejo Superior 22/2024, que dispuso la entrega “en virtud de sus sólidos antecedentes científicos y académicos que lo convierten en un investigador insignia de nuestro país”. 

En el acto estuvo presente su discípula en Salta, la Doctora Marta Toscano, quien fue ganadora del premio Houssay. Toscano lideró la creación de la Unidad de Conocimiento Traslacional Hospitalaria Dr. Oñativia de Salta. En esta etapa de su carrera la motiva transferir su experticia científico-tecnológica hacia demandas hospitalarias de investigación e implementación. Compartimos su homenaje al Dr. Gabriel Adrián Rabinovich: 

Tuve la fortuna de conocer al Dr. Gabriel Rabinovich a fines del año 2000, y desde ese momento, compartí con él casi dos décadas de trabajo y aprendizaje en el campo de la investigación científica en inmunología. El tiempo, el esfuerzo, los éxitos y los fracasos compartidos me ubican en una posición única para relatar su recorrido. Pero no solo dedicaré estas líneas a hablar de él como persona y científico, sino que también aprovecharé la oportunidad para hacer mención a los hallazgos científicos que hoy podrían estar cruzando el umbral de la cuestionada ciencia básica hacia la tan anhelada aplicación clínica. Si hay algo que se destaca del recorrido de Gabriel es la gran cantidad de encrucijadas que ha transitado y es mi deseo dejar plasmadas algunas de sus batallas para que, en tiempos en los que la innovación y el emprendedurismo son la norma, estas nos permitan comprender que muchas veces el avance tecnológico requiere de la solidez teórica de 30 años de trayectoria. 

El Dr. Rabinovich, Gaby para los amigos, inició su formación en la investigación en 1991 cuando realizó una estancia en el laboratorio del Dr. Carlos Landa, donde se dedicó al estudio de glicoconjugados en la retina del pollo. Si bien en ese momento no trabajaba en inmunología, el área que más le fascinaba, eso no lo desanimó y sacó el mejor provecho de esa experiencia ya que durante esta estancia desarrolló anticuerpos que posteriormente le permitirían detectar galectina-1 en células del sistema inmune.

En 1993, obtuvo el título de Bioquímico y comenzó su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, bajo la dirección de la Dra. Clelia Riera, esta vez ya en el área de Inmunología. Fue en esta etapa donde realizó, aunque aún no lo sabía, uno de sus primeros grandes avances científicos: la identificación de galectina-1 en macrófagos, unas células del sistema inmunológico muy importantes. Con los anticuerpos previamente desarrollados detectó e identificó a una proteína, en ese entonces llamada “proteína de unión a beta-galactosidos”, que recién en 1994 la comunidad internacional decide denominar galectina-1. En estas etapas iniciales, también describe que esta proteína es producida por numerosos tejidos del cuerpo y que tiene la capacidad de eliminar linfocitos T activados. A partir de estos descubrimientos propone la primera hipótesis funcional de galectina-1: que esta podría tener un efecto inmunosupresor en patologías autoinmunes. Esta hipótesis la puso a prueba con éxito logrando reducir los síntomas de enfermedad con un tratamiento experimental basado en galectina-1 en un modelo de artritis reumatoidea. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Journal Experimental Medicine en el año 1999. 

Ese mismo año, el Dr. Rabinovich, se trasladó a Buenos Aires para unirse al Laboratorio de Inmunogenética del Hospital de Clínicas, dirigido por el Dr. Leonardo Fainboim. Esta mudanza marcó un hito en su trayectoria profesional, abriendo nuevas oportunidades de crecimiento e incorporación de estudiantes de doctorado a su equipo de investigación que lo llevaron a realizar publicaciones de gran impacto y a recibir reconocimiento internacional. Entre los hallazgos más relevantes se destaca aquel publicado en la revista Cancer Cell, en el año 2004, en el que se demostró que galectina-1 producida por células tumorales actúa como mecanismo de evasión tumoral. Para ese momento el Dr. Eduardo Charreau, entonces presidente del CONICET, le ofrece un laboratorio en el prestigioso Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), fundado por el Premio Nobel Bernardo Houssay. Este paso constituyó una nueva oportunidad de crecimiento y, en 2007, se instaló junto a su equipo de investigación en el IBYME, donde continuó produciendo trabajos científicos de gran relevancia, publicados en revistas de renombre como Cell, Nature Immunology, Nature Medicine e Immunity, dedicados a comprender en profundidad los mecanismos moleculares y celulares que utiliza galectina-1 para modular la biología vascular y la respuesta inmunológica y cómo estos podrían ser explotados para el tratamiento de enfermedades autoinmunes (utilizando galectina-1) o cáncer (utilizando anticuerpos bloqueantes de galectina-1). Cada una de estas publicaciones no solo representaban un avance en el conocimiento científico, sino también un testimonio de su liderazgo y capacidad para guiar a su equipo hacia descubrimientos innovadores. En este sentido, Gabriel amplía sus horizontes y no solo propone el uso de galectinas sino que aborda el estudio y uso de otras galectinas. La producción de anticuerpos monoclonales y el diseño de variantes de galectinas con propiedades inmunosupresoras selectivas.

Dra. Marta Toscano
Dra. Marta Toscano

Luego de 30 años de investigación biomédica básica con orientación a la medicina traslacional, el Dr. Rabinovich marca un hito significativo con la fundación de la empresa de base tecnológica Galtec donde se cristalizan sus esfuerzos como mentor y científico. Asimismo, la creación de esta empresa es una manera de pensar el desarrollo científico-tecnológico basado en investigación básica de excelencia y que tiene como misión transferir los conocimientos generados al desarrollo de productos biotecnológicos, con el objetivo de brindar nuevas oportunidades terapéuticas a pacientes con cáncer y enfermedades autoinmunes. Este logro marca una transición crucial de la investigación básica a la aplicada, subrayando el impacto de la inversión a largo plazo en ciencia por parte de organismos estatales y privados.

Como Investigadora y salteña, habiendo trabajado junto a Gabriel Rabinovich en el IBYME, instituto fundado por el Dr. Bernardo Houssay y estar trabajando actualmente en el Hospital Dr. Arturo Oñativia en Proyectos de Investigación Traslacional en Salud, tengo la oportunidad de entrelazar, a través de mi recorrido profesional y estas mismas líneas, la trama que vincula a estos tres grandes científicos argentinos. El Dr. Houssay, quien recibió el Nobel de Fisiología y Medicina por sus hallazgos en el control del metabolismo de la glucosa, que es considerado el padre de nuestro Sistema Científico Nacional y propulsor de la libertad en la investigación científica. El Dr. Arturo Oñativia, quien fue un gran impulsor de la creación del Consejo de Investigación de la UNSa, fundador de Instituto del Bocio (actual Hospital Oñativia) y que podría ser considerado un pionero de la investigación traslacional en salud, por la implementación de políticas de investigación científica para el tratamiento y prevención de enfermedades endocrino-metabólicas y nutricionales prevalentes en la región. Finalmente, el Dr. Gabriel Rabinovich que, a través de su sólida y prestigiosa trayectoria en investigación biomédica básica, logra tanto desarrollar al máximo su creatividad como investigador sin perder de vista la responsabilidad de llevar sus hallazgos al diseño de nuevos tratamientos para enfermedades autoinmunes y cáncer. Creo que el modo en que se entretejen esos trayectos se pone de manifiesto en el acto de reconocimiento que significan tanto el otorgamiento del título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Salta y de la distinción Oñativia por parte del Hospital Arturo Oñativia, a la figura de Gabriel Rabinovich. Reconocimientos más que merecidos a una trayectoria ejemplar que nos muestra una manera de hacer ciencia básica con perspectiva de aplicación (mezclando un poquito de Houssay y otro poquito de Oñativia) y deja una huella imborrable en la ciencia argentina.

Para finalizar, quisiera sumar estas palabras que nacen de horas de diálogo con un entrañable amigo y que reflejan bellamente el recorrido de Gabriel: “Podemos decir que las galectinas ejercieron una especie de fascinación sobre una inteligencia aguda y una curiosidad atrapada por lo enigmático. Si los antiguos griegos llamaban farmakon a aquellas sustancias que eran a la vez remedio y veneno, tal vez, no sería del todo desacertado decir que las galectinas fueron el farmakon de Gabriel porque la dualidad de sus funciones sobre la salud humana, sólo pudo ser descubierta por la audacia convertida en pregunta sobre los mecanismos más recónditos de la vida. De la mano de una singular forma de sostener la investigación como modo de vida, se nos ha señalado un modo de encontrar la salida a las encrucijadas”.

Durante la entrega
Durante la entrega

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