Así lo consideró el rector de la UNSa, ING, Daniel Hoyos, al hacer entrega del título “Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de Salta” a Lucrecia Martel.
En una emotiva ceremonia que contó con una clase que brindó la cineasta y con el reconocimiento hacia su enorme trabajo de referentes académicas y culturales de esta universidad y de la sociedad, se realizó la entrega por parte del Rector Daniel Hoyos del máximo título que otorga la Universidad a la cineasta Lucrecia Martel.
Su vasta trayectoria y prolífica producción cinematográfica en Argentina y el mundo, además de su imprescindible compromiso con la educación y militancia social en defensa de los derechos de las mujeres y disidencias en nuestra provincia, fueron los principales fundamentos para dar el mencionado reconocimiento.
La actividad contó con el canto ancestral de las coplas de la artista Mariana Carrizo que lograron la risa y la emoción de la homenajeada y de todo el auditorio presente.
Reunión con Rectorado
Durante la mañana se realizó una reunión en la Sala de rectorado de la que participaron parte del Gabinete junto a Martel, en donde se abordaron cuestiones referidas a su labor cinematográfica y donde brindó detalles de una de las últimas obras en las que se encuentra trabajando.
La cineasta contó además como fueron las ceremonias de Honoris Causa que recibió en otras universidades, ya que Martel recibió de la Katholieke Universiteit Leuven (KU Leuven) de Bélgica, reconocimiento a su aporte artístico y su compromiso social y hace tres meses recibió idéntica distinción de parte de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En el encuentro que mantuvo con autoridades del rectorado, Lucrecia Martel, además se refirió a la dificultad de hacer cine en este país, no solo por lo financiero sino por la inestabilidad en materia económica para el desarrollo de la industria cinematográfica.
Clase magistral y reconocimiento
Posteriormente en un anfiteatro colmado de personas de la comunidad universitaria, medios de comunicación y público en general, la cineasta brindó unas palabras donde destacó el rol de las Universidades públicas entendiéndolas como lugares en donde se borran las homogeneidades con las que ya se organizan las ciudades.
“No tenemos muchos lugares para encontrarnos, mirarnos, charlar y vernos y quizás es la única cosa interesante (…) eso es lo público”, refirió Martel.
En su discurso de agradecimiento, Martel adelantó el lanzamiento de un nuevo film, en el que trabaja hace 13 años, que busca reescribir la historia, y visibilizar a los pueblos originarios, que posiblemente verá la luz el año que viene.
“La mejor historia posible es la que registra el sufrimiento del mayor número de habitantes de un lugar y un tiempo, y si no registra el sufrimiento y los deseos de felicidad, esa historia es demasiado sesgada”, destacó la cineasta.
Acto de conferimiento
Por su parte, en su discurso el Rector, Ing. Daniel Hoyos, se refirió al contexto actual que está «caracterizado por la circulación de narrativas racistas y discriminatorias, que favorecen el desarrollo de identidades políticas conservadoras, antiderechos y que consideran que la cultura es un gasto; la entrega del Doctorado Honoris Causa constituye tanto un símbolo de nuestra admiración y agradecimiento por los aportes de Lucrecia Martel al campo cultural y artístico; como así también un gesto político en el contexto de la batalla cultural y comunicacional que la Universidad Pública debe dar para disputar el sentido común hegemónico en estos tiempos.»
Asimismo, la coordinadora del Laboratorio de Producción Audiovisual Experimental (LAPAE) Dra. Ana Inés Echeñique, destacó en su discurso algunos de los motivos que originaron solicitar esta máxima distinción y habló de la convivencia de la diversidad política en la Universidad. «La Universidad Nacional no es la Facultad de Humanidades, territorio donde este proyecto fue prontamente aceptado, celebrado y gestionado. En este mismo predio muchas ‘UNSas’, que en una manifiesta puja representacional se expresa con una capilla al ingreso y en diagonal al frente, la ‘otra unas’, con una bandera arcoíris en la escalera que conduce al Rectorado. Las historias que Lucrecia Martel nos presenta están profundamente arraigadas a un territorio específico, un territorio que adquiere un papel protagónico en su obra, un territorio en el que está emplazado nuestra Universidad Nacional de Salta, un territorio dónde “Mi sabiduría viene de esta tierra”, como reza el lema de esta Universidad, invoca un pasado en el presente para proyectarlo hacia un futuro».
Facultad Regional Multidisciplinar de Tartagal
La solicitud de la distinción a Martel fue aprobada en el mes de octubre de 2023 mediante Resolución CS Nº 428/2023 del Consejo Superior de nuestra Universidad, a propuesta de la Facultad de Humanidades, a través del Laboratorio de Producción Audiovisual Experimental (LAPAE), y la Comunidad Universitaria de la Sede Regional Tartagal, en transición a Facultad.
En ese sentido la profesora Beatriz Bonillo señaló en su discurso: «Por más cine de Lucrecia Martel, allí donde los protagonistas habitan los paisajes sin vender para el turismo, por más oídos que escuchen la coralidad de voces de esta provincia y de este país».
Asimismo, Mujeres de la Radio «La Voz Indígena» de Tartagal entregaron un presente a la cineasta en reconocimiento a la labor en defensa de sus derechos.
Profeta en su tierra
La decana de la Facultad de Humanidades, Dra. Mercedes Vázquez, hizo referencia al concepto de «salteñidad» y en ese marco revalorizó a Lucrecia Martel como «profeta en su tierra». Durante su discurso se refirió al concepto de «la salteñidad”: «Para esto recurro a una argumentación de Eduardo Ashur, profesor de historia de la Facultad de Humanidades, que dice que la hipótesis es que en Salta hay un modo particular, propio, original e inédito de argumentar (…) Hay en Salta una forma de resolver los problemas que parece basarse en las magias, las creencias, en los mitos y en las supersticiones más que en el pensamiento científico. Y esto nos marca en las formas de trabajar, estudiar o de pensar en la vida y en la muerte. Eduardo Ashur cuando comentaba sobre «la salteñidad» decía que era la única provincia en la Argentina que usaba esta cualidad de identidad porque no existía la jujeñidad, la tucumanidad sino la salteñidad. Nuestra homenajeada se animó a observar la salteñidad desde una mirada crítica, disruptiva, denunciante y disidente. Esta distinción y otras distinciones que merece Lucrecia de Salta, reafirma que ella si es profeta en su tierra», concluyó la decana.
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