Homenaje a Melina Furman “La ciencia como una manera de conversar curiosamente”
Durante la 3° Jornada de Educación en Física los investigadores Gabriel Gellon y Pablo Salomón brindaron una charla en homenaje a la bióloga e investigadora Melina Furman, recientemente fallecida.
La educadora y bióloga tenía previsto participar de las Jornadas que se desarrollaron en la Universidad Nacional de Salta el 19 y 20 de septiembre pero falleció el 6 de septiembre a los 49 años. La reconocida bióloga y educadora falleció a raíz de una enfermedad que padecía hace dos años.
Pero todo su legado, la impronta que dejó en la enseñanza de la física no solo quedará en sus numerosas publicaciones y libros, sino que también en sus compañeros y discípulos.
Melina Furman (Argentina, 18 de julio de 1975-6 de septiembre de 2024) fue una educadora, divulgadora científica, bióloga e investigadora argentina del CONICET. Escribió varios libros, entre los cuales destacan “Enseñar distinto: guía para innovar sin perderse en el camino” y “Guía para educar niños curiosos”. Fue declarada Personalidad Destacada en Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Legislatura Porteña.Fue miembro del equipo de TEDxRíodelaPlata y cofundó proyectos de innovación educativa como Expedición Ciencia, Clubes TED-Ed Argentina y El Mundo de las Ideas.
El viernes 20 durante las Jornadas desarrolladas en la UNSa se organizó el “Homenaje a Melina Furman titulado “La ciencia como una manera de conversar curiosamente”, presentado por los investigadores Gabriel Gellon y Pablo Salomón. En la ocasión los investigadores recordaron las acciones realizadas junto a Melina e hicieron un repaso de su trayectoria pedagógica.
Al iniciar la charla, el investigador Gabriel Gellon, recordó los primeros años de Melina en su formación pedagógica: “Yo le decía a Pablo, Melina nunca haría una clase de física, ni era una experta. Sin embargo, lo que les voy a comentar es que, en realidad, la didáctica especial, particularmente de la física, estuvo en el corazón de cómo Meli comenzó todo su trayecto en educación. Y cómo eso signa lo que estamos haciendo ahora. Tanto Pablo, como Melina, como yo, estudiamos en la alta casa de estudios de la UBA. Pero yo soy diez años más grande que Melina. Y cuando nos conocimos, ella y yo, yo ya había terminado mi doctorado en Estados Unidos. O sea, había vivido por seis años en Estados Unidos. Hacía rato que no pisaba este edificio. Y Melina todavía estaba estudiando ahí. O sea, era una estudiante, digamos que tenía 23 años. Era muy chiquita y todavía estaba estudiando biología. Y no sabía muy bien qué hacer de su vida en ese sentido, pero estaba como muy curiosa de explorar cosas que tuvieran que ver con educación. Y es interesante pensar, porque justamente cuando estaba tratando de pensar qué contarles a ustedes, pensaba que era interesante ver que, anecdóticamente, yo tenía un proyecto. Me había contactado una persona de lo que en ese momento era la Secretaría de Ciencias y Técnicas de la Nación, o sea, del gobierno federal, y me había pedido ayuda. Y yo le dije, yo no sé mucho de nada, pero se me ocurrió que podíamos hacer un sitio web de experimentos para niños.. Y tenía algunas ideas un poco vagas al respecto. Inmediatamente sentí que eso me quedaba muy grande y no iba a poder hacerlo. Entonces empecé a pedir ayuda a amigos míos”.
El investigador recordó que fue un amigo de él, Federico Heller, quien le presentó a Melina, que tenía una edad intermedia entre los dos pero que compartían entre los tres la participación política: “Generalmente desde agrupaciones independientes con pie académico, muy preocupadas por el futuro del camino de la facultad. Y es notable, porque es una tradición, exactas, no solamente decimos exactas, pero sabemos que hay muchas exactas en el país, pero en el contexto de Buenos Aires eso nos delimita de la zona. Pero en la sede de la UBA hay una tradición que se remonta realmente a figuras muy importantes que han tenido la misma participación”, recordó.
“La didáctica especial, particularmente de la física, estuvo en el corazón de cómo Meli comenzó todo su trayecto en educación”
Gabriel Gellón (Buenos Aires, 15 de octubre de 1965) es un biólogo y profesor argentino. Es licenciado en Ciencias Biológicas (UBA).
En 1997 obtuvo un máster y doctorado (PhD) de la Universidad Yale (en Nueva Haven, Estados Unidos).Posee una extensa experiencia docente en los niveles secundario y universitario, y ha participado en diversas actividades y escrito libros de divulgación científica. Ha sido creador y director de varios proyectos educativos relacionados con la ciencia, como el portal de experimentos para niños del Ministerio de Ciencia, el programa de extensión universitaria Ciencia en Marcha para colegios secundarios, y fundador de la ONG Expedición Ciencia, que reúne científicos y educadores alrededor de proyectos innovadores como campamentos educativos.
Respecto a la enseñanza de la física y especialmente sobre el papel de la ciencia, concretamente el biólogo describió: “Realmente no estamos preparados para pensar de manera objetiva, siempre pensamos de manera subjetiva. Y la ciencia entonces es tremendamente anti-intuitiva. Las cosas a las que arriba la ciencia, que son lógicas y que son objetivas, chocan con nosotros. La ciencia a menudo contradice nuestras intuiciones, ya que nos presenta realidades objetivas que parecen absurdas. Por ejemplo, la idea de que todo está compuesto de átomos y que, en gran medida, somos espacios vacíos es desconcertante y no se refleja en nuestra experiencia cotidiana. Aunque la ciencia proporciona evidencia objetiva, muchas de sus conclusiones pueden parecer raras o difíciles de aceptar”.
Así el investigador continuó: “En la charla de hoy, me habían pasado el título, que era ‘La ciencia como una manera de conversar curiosamente’. Justamente por la forma y las modalidades de preguntas a las que nos van llevando”.
“Conversar rigurosamente, pero es el mecanismo por el cual nosotros podemos acercarnos siempre, nunca llegando, pero acercándonos lo más que podemos a algo confiable, objetivo”
Gabriel Gellon, describió aspectos que hacen a la práctica de la enseñanza y las mejores maneras de llegar a transmitirlo: “Como docentes, con muchos años de conocimiento conceptual, a veces es un problema porque tenemos que presentar a los chicos un contenido que para nosotros nos parece que tiene todo un sentido cuando lo analizamos fríamente es súper antiintuitivo y no nos damos cuenta en qué medida puede ser un concepto evaluativo Nos acostumbramos, vivimos en el absurdo mundo de la ciencia Todo esto está muy explícitamente dicho por Cromer. A través de la deducción y la instrucción que es a través de otro mecanismo que es muy propio de la ciencia dice que ese mecanismo apareció una sola vez en la historia y que si nosotros no nos tomamos el trabajo de enseñarles a los chicos a pensar científicamente por ahí nos surge de nuevo. O sea, existe la ciencia justamente por la labor de los docentes que tenemos que estar enseñando eso que es raro. Y la pregunta es, ¿cómo hacemos entonces para estar seguros de que lo que planteamos nosotros y decimos, por ejemplo, que hay átomos en verdad realmente coincide con la realidad objetiva no es una cosa loca que está dentro de nuestras cabezas o sea, si no hay un método infalible para ver si algo es cierto ¿cómo es que la ciencia entonces puede estar segura o tener confianza en las cosas que asevera? Y Cromer en realidad se basa en múltiples otros pensadores como el sociólogo Robert Merton que dicen que la crítica principal de la ciencia en realidad es justamente que los científicos todo el tiempo se están tratando de encontrar el error mutuamente. Entonces, en realidad no hay una fórmula mágica. La fórmula es simplemente que todos nos juntemos y veamos honestamente lo más honestamente que podamos, qué es lo que está pasando y nos sintamos libres de disentir con el otro y con los resultados que el otro obtuvo. De esta manera entonces todos los experimentos, todos los aparatos que tenemos, los experimentos controlados, la medición son todos artilugios que nosotros usamos para tratar de convencer a otros expertos de que lo que nosotros decimos es verdad. Entonces, en definitiva lo que dicen es que la ciencia en realidad es conversar. Conversar rigurosamente, pero es el mecanismo por el cual nosotros podemos acercarnos siempre, nunca llegando, pero acercándonos lo más que podemos a algo confiable, objetivo”.
En ese sentido el investigador contó sobre un proyecto denominado Experimentar y un campamento Expedición Ciencia:
“De hecho, Cromer dice que la ciencia es una rama de la retórica. En realidad uno lo que está tratando de hacer es un discurso lógico que todo el mundo está atacando Y fue justamente con esa idea que nosotros empezamos el sitio web de Experimentar y más tarde todo el campamento que organizamos Expedición Ciencia, está basada justamente en esta idea de que la ciencia es una forma de diálogo. Que nosotros tenemos que encontrarnos, tenemos que poder disfrutar de estar con el otro. Tenemos que poder tener la seguridad de que el otro no nos va a atacar sino que va a atacar nuestras ideas, no nuestras personas. Y nosotros tenemos que tener la seguridad de que hay un lugar seguro que es un lugar seguro donde uno puede mostrarse vulnerable con sus ideas para poder intercambiarlas. Y que en este juego las ideas van a mejorar. Y nosotros vamos a mejorar. Por eso requiere de mucha confianza. En la comunidad científica ya son tradición. Y en un campamento realmente fue muy hermoso ver como junto con profesores de educación física pudimos construir toda una serie de actividades que en realidad estábamos haciendo una ronda que estábamos hablando, que estábamos caminando por la montaña. Y en el fondo estábamos encontrando formas de dialogar de esta manera respetuosa. Muy abierta, muy honesta Pero a la vez muy atrevida. Muy crítica, de poder realmente disentir con el otro”.
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