La Universidad Nacional de Salta (UNSa) cumplió sus primeros 100 días de gestión bajo la conducción del rector Mg. Miguel Nina y la vicerrectora Dra. María Rita Martearena, con avances que marcan un cambio de etapa: orden institucional, recuperación de equipamiento científico de alto valor y un presupuesto aprobado tras dos años sin tratamiento.
Desde el inicio, el equipo rectoral impulsó un diagnóstico integral de la situación administrativa y financiera, lo que permitió transparentar cuentas, relevar necesidades prioritarias y optimizar recursos. Este ordenamiento fue clave para presentar, después de casi tres años, un proyecto presupuestario que el Consejo Superior aprobó con el 75% de adhesión. El monto asciende a $65.707 millones, con un 25% de los gastos de funcionamiento destinado a actividades estudiantiles.

Además, se realizó una revisión de la situación laboral de los contratos dando un mejor rédito económico a los profesionales que se desempeñan en las diferentes áreas de la administración del Rectorado, mejorando sus estipendios en comparación con lo que percibían hasta mayo de 2025. Se logró aumentar los valores percibidos en un 46% para los contratados que no superaban los $239.000.
La UNSa está siendo auditada por la Auditoría General de la Nación en aspectos financieros, presupuestarios y contables, mientras que la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) supervisa la obra de Ingeniería Electromecánica en articulación con la Auditoría General de la Provincia. Además, se firmará un convenio con SIGEN para una revisión integral de las áreas de Bienestar y Extensión Universitaria, y se inició el proceso de contratación de un auditor externo para examinar la documentación de la Fundación Fundaltes. Estas acciones refuerzan el compromiso de la gestión con el buen gobierno y la rendición de cuentas.
En el plano científico, la UNSa logró recuperar un secuenciador de ADN valuado en 130 mil dólares, un equipo fundamental para investigaciones en biotecnología y ciencias de la vida que estará al servicio de la Universidad. También se incorporó una estación vitícola de 30 mil dólares para estudios agrícolas en Cafayate, fortaleciendo la articulación entre ciencia y desarrollo productivo.
La UNSa también fortaleció su vinculación estratégica a través de la firma de 41 convenios específicos para pasantías y prácticas profesionales, ampliando las oportunidades de formación de sus estudiantes. En el plano internacional, reactivó nueve acuerdos pendientes y consolidó lazos con la ZICOSUR y la red CRISCOS, favoreciendo el intercambio académico y científico con universidades de la región y del exterior.
En este contexto, cuatro docentes de la Universidad Nacional de Salta han sido seleccionados para realizar intercambios académicos en prestigiosas universidades del extranjero, entre ellas la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Alcalá (todas de España), y la Universidad Bernardo O’Higgins de Chile.
Actualmente hay 11 jóvenes que llegaron a la Universidad desde España, Suecia, Brasil, Perú y Colombia para estudiar en distintas carreras de la UNSa.





En el ámbito de la investigación, se recuperaron 53 becas EVC del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), esenciales para que estudiantes avanzados participen en proyectos de alto impacto, garantizando la continuidad y fortalecimiento de las líneas estratégicas de trabajo científico en la UNSa.
Otro eje central de la gestión es la presencia territorial, con acciones para afianzar la universidad en el interior de la provincia y garantizar igualdad de oportunidades para toda la comunidad universitaria.
En Orán la UNSa incorporó 1.600 hectáreas destinadas a prácticas académicas; en Metán obtuvo la titularidad del edificio de la sede, dejando atrás el régimen de comodato; y en Cafayate avanza la instalación de un espacio institucional propio en la ex hostería local.










La conectividad también fue prioridad; se extendió el uso de la red “UNSa Libre” en Castañares y se instalaron antenas satelitales Starlink en Cafayate y en la sede sur de Rosario de la Frontera, llevando internet de alta velocidad a zonas estratégicas.
Además, se acercaron servicios esenciales a los estudiantes, la posibilidad de tramitar la licencia de conducir en el campus y gestiones con SAETA para beneficios de transporte a estudiantes avanzados y tesistas.
Para el rector Miguel Nina, este inicio marca el rumbo de una nueva etapa: “Estos 100 días son el punto de partida para una UNSa con más diálogo, más presencia territorial y mayor capacidad de gestión pública”.
Con una hoja de ruta clara, la UNSa proyecta consolidarse como una Universidad Pública, Federal, Inclusiva y con Ciencia de calidad al servicio del desarrollo regional.
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